P/38 Sobre las pasiones

El ser humano es un animal dominado por las pasiones, sin embargo, nadie quiere reconocer su dominio. Milagrosamente, unos pocos sobreviven a la pasión, pero se convierten en seres desapasionados. Admitámoslo: la pasión es un estado muy arbitrario.

P/37 Sobre las certezas

Del que sólo proclama certezas, desconfía siempre.

P/36 Desigualdades de hoy y de siempre I

Inteligencia la tenemos todos, los medios más apropiados para desarrollarla, sólo unos pocos.

P/35 Sobre el carisma

Las relaciones de confianza basadas en el carisma son un peligroso atavismo contra el que hay que luchar en cualquier ámbito, pues resultan altamente contaminantes y particularmente injustas.

P/34 Sobre el trabajador social *

El trabajador social es como un caballo destinado a la vida de cuadra, mientras que el educador es como aquél que nació para correr libre. He aquí una explicación de porqué los trabajadores sociales somos profesionales tan bien domesticados, y tan dóciles.

* Cuando hablo de trabajador social, lo hago en un sentido neutro, es decir, en su sentido genérico, sin hacer distinción de género. Soy plenamente consciente del carácter femenino de esta profesión, aunque no lo haya hecho notar así.

P/33 Sobre el independentismo II

El independentismo catalán es una ilusión que sólo sirve para nutrir pasiones imposibles. 

P/32 Sobre la soledad

Renuncio a la conquista de la soledad, las temperaturas son demasiado frías.

P/31 Aberraciones modernas I

Considerar el "miedo a volar" como un problema de dimensión pública, es una frivolidad que sólo está al alcance de algunas minorías privilegiadas en el mundo. Sólo hace falta pensar en las privaciones más elementales que sufre la mayor parte de la población mundial para darse cuenta de hasta qué punto puede resultar obscena una consideración como esa.

P/30 Terrores cotidianos I

La cola de un supermercado es el mejor lugar para expiar todos nuestros odios.

P/29 Sobre los coches

La esencia humana se pierde cada vez que un volante y un pedal substituyen a nuestras emociones más insanas. ¡Y cuántas veces lo hacen! El gran inconveniente de los coches es que son un medio eficaz para demasiados fines.