sábado, 4 de febrero de 2012

P/86 Aberracions modernas III



Pensemos por un momento en algo tan sencillo y cotidiano como la "industria alimentaria". ¿A alguien se le ocurriría pensar que algo así llamado puede ser saludable? Lo peor de todo es que sabemos que lo que mueve a dicha industria no es la promoción de la salud de los consumidores sino más bien la rentabilidad y el beneficio empresarial. Aun así, la mayoría considera como algo natural que los alimentos que han sido transformados en una fábrica acaben en nuestros frigoríficos como frutos recién cogidos de un árbol. Después nos los comemos. Milagrosamente, no nos morimos tan rápidamente como cabría esperar.

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