Nos dejan ver en el cine aquella parte de nosotros que no quieren que seamos en la realidad. Nos dejan ver aquello que nunca van a dejar que vivamos... ¡Para eso hay que ir al cine! Para ver lo que nunca seremos y nunca viviremos, puesto que ya lo 'vivimos', viéndolo. He ahí la gran perversión del cine comercial de producción capitalista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario